sábado, 9 de octubre de 2010

Otoño



Otoño


El verano se perdió en una fugaz puesta de sol.
¡Qué poco duran los veranos y qué largos los inviernos!

Me sumerjo en el otoño
como cuando te sumerges en el mar
al atardecer 
y al salir una brisa fresca te recuerda
que es tiempo de ponerse a cubierta.

Este otoño donde cortinas de humo tóxico se camuflan en la atmósfera,
 Aire contaminado, gris asfalto donde
ángeles caen como hojas suicidas
en campos roídos por la miseria y la agonía.

Ráfagas de fina llovizna estremecen mis sentidos.
Húmedos tobillos en las colas del paro y del pan.

Otoño que nos abraza en un remolino
de frágil y nostálgico suspiro.
 
Hay un otoño que llama al dolor,
en el aullido de un galgo abandonado,
y otro de nubes y claros
que sonríen a la esperanza.

 
Ancianos de abrigos largos pasean a sus nietos
por senderos de amor que brotan de las cenizas
de un fuego casi extinguido mientras Vivaldi susurra a tus oídos.

 
Y en este cuadro…
Alguien aprende a vivir, alguien aprende a amar.
Alguien escribe dulces poemas en hojas caídas.
Hojas llenas de esperanza.






4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen poema. Sigo tu blog y me gustan todas tus poesías pero este me parece especialmente intenso. Quizás sea el otoño que nos envuelve de sensibilidad, me gusta como presentas la crudeza del inicio y la fuerza del final ofreciendonos la esperanza que todo el mundo buscamos ó está claro que deberíamos buscar. Muchas felicidades y muchas gracias.

Unknown dijo...

Buena mi querido amigo. Un abrazo fuerte. Bendiciones.

Carlos dijo...

Muchas gracias.

Carlos dijo...

Un enorme abrazo y gracias por tu comentario.